Artemisa Annua

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Artemisa Annua

Es una planta anual que se usa desde hace muchos años contra la malaria en África. De ella se extrae la artemisina, que además de ser un remedio eficaz contra la malaria, tiene otros usos medicinales como antiparasitario o antivírico. Actualmente se estudia su potencial contra el SARS-CoV-2.

La artemisina es conocida principalmente porque reduce el riesgo de desarrollar malaria. Este descubrimiento le mereció el Novel de Medicina en el año 2015 a la doctora china Tu You You. La científica de 84 años, galardonada con el Premio Nobel de Medicina, descubrió la artemisinina en 1969. Tu You You propuso un tratamiento contra la malaria que ha salvado millones de vidas en el mundo.

Esta planta se ha usado tradicionalmente para combatir los parásitos intestinales a través de remedios caseros. Se usa como bálsamo digestivo, para aliviar naúseas y la pesadez estomacal, así como en digestiones difíciles y la prevención de flatulencias.

Es una planta que se utiliza en la Medicinal Tradicional China por su efecto febrífugo y antiséptico, para tratar fiebres altas, procesos gripales y alergias respiratorias.
También se le atribuye un ligero efecto protector sobre el tejido hepático, puede estimular la secreción de bilis y resulta útil para favorecer la eliminación de agentes tóxicos y metales pesados a través de la orina.

En Medicina China, se recomienda como regulador menstrual, muy útil en caso de menstruaciones dolorosas, escasas o irregulares. Además ejerce un efecto inmunorregulador, ya que ayuda a elevar las defensas autoinmunes frente a agentes patógenos.

Actualmente, la artemisina se está estudiando a nivel clínico, por su efecto inmunorregulador y antitumoral, para el tratamiento de diferentes tumores, como el de próstata, el colorrectal, el renal, el sarcoma, hígado, melanoma o páncreas.

La artemisa también está vinculada al tratamiento de otras afecciones como la ictericia, la artritis, la anorexia, las sudoraciones nocturnas, el estreñimiento, las infecciones por hongos o la tuberculosis, aunque aún no hay evidencia científica para estos casos.

Precauciones en su uso:

Se considera una planta segura, aunque se han descrito algunos efectos indeseados, que conviene tener en cuenta ante su uso:

• Puede provocar dolores estomacales y vómitos, en especial cuando se consume en dosis excesivas.
• Se han notificado también reacciones alérgicas, con ataques de tos y aparición de granos en la piel.
• Cabe manipularla con precaución si se es alérgico a las plantas de la familia de las compuestas, como es el caso de caléndulas, cardos o dientes de león, para evitar la aparición de dermatitis en la piel.
• Como medida de prudencia se debe evitar la toma de artemisa china por vía oral durante el embarazo –sobre todo en los primeros meses– y en el periodo de lactancia. En caso de malaria, sin embargo, la OMS ha recomendado su toma en los seis últimos meses de embarazo como alternativa a la medicación convencional.

Cultivo:

Es muy fácil de cultivar, puede reproducirse fácilmente desde semillas. Al ser una planta anual, se siembra en primavera, se trasplanta a macetas o a suelo directo y en otoño florece produciendo semillas, que pueden volver a sembrarse.

Es una planta que requiere sol y a la que no le sienta bien pasar sed, así que es importante mantener la tierra fresca y húmeda, sin llegar a estar mojada.

Se pueden consumir las hojas frescas, y es más recomendable que consumirla en infusión, ya que el calor puede destruir parte de las propiedades medicinales de la planta. Lo más recomendable es consumirla en infusión fría o maceración.

La maceración se prepara introduciendo la planta en agua, se deja reposar toda la noche y a la mañana siguiente se puede consumir. El sabor resulta muy amargo, así que se pueden añadir unas hojas de estevia a la infusión para darle un toque dulce y agradable. También se puede consumir en fresco, añadiendo hojas picadas a la ensalada o a las verduras cocidas (2 o 3 hojas picadas)

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